lunes, 30 de noviembre de 2015

Toxoplasmosis y los felinos

Esta enfermedad de contagia de animales a humanos y viceversa. Es una zoonosis. Es frecuente padecerlo en algún momento de nuestras vidas, además su sintomatología no suele ser grave por lo que la gente ni se percata y lo achacan a un catarro. El principal problema de esta enfermedad es que si una mujer durante su embarazo se contagia el feto podría sufrir malformaciones. 

Los gatos son los principales acusados en el contagio de esta enfermedad ya que son de los pocos animales capaces de liberar el parásito (toxoplasma gondii). Este parásito vive dentro de las células. Cabe destacar, que no es lo mismo la infección que la enfermedad. La infección, consiste en que la persona ha estado en contacto con el parásito y la enfermedad sería cuando la persona desarrolla los signos y síntomas propios de la toxoplasmosis. La peculiaridad de los gatos, a diferencia de otros animales de compañía, es que los gatos son capaces de eliminar a través de las heces huevos de este parásito por lo que las probabilidades de contagiar son mayores. Aún así, hay otros focos de contagio más importantes que el gato como por ejemplo: comer carne cruda, mal cocida, vegetales mal lavados, trabajar en la tierra sin guantes, etc...

Os dejo aquí una serie de consejos a tener en cuenta en la convivencia con gatos:


 

  • Los gatos de la forma más fácil que se contagian es comiendo carnes crudas. Si el gato no sale fuera de casa es más probable que no se contagie.
  • Para que una persona se contagie a través del gato, la persona tendría que tocar las heces del gato (una vez infectado el gato previamente). Se recomienda por lo tanto que las embarazadas durante su gestación le dejen la tarea de limpiar el arenal del gato a otra persona.
  • Es recomendable que el arenal se limpie varias veces al día. Es bueno limpiarlo cada poco porque las heces cuanto más maduren más contagiosas e infecciosas serán.
  • Cuando una persona ya sufrió toxoplasmosis no hay riesgo de que el bebé nazca con malformaciones. Si una embarazada la sufrió antes no debería tener miedo al contagio.
  • Llevar al gato al veterinario para que comprueben si padece la toxoplasmosis.
Como conclusión decir que la probabilidad del contagio es muy baja y que es perfectamente viable un embarazo conviviendo con un gato si se tienen en cuenta las recomendaciones previas. Además, en los raros casos en los que la embarazada de contagia como la medicina ha avanzado muchísimo, los métodos de diagnóstico y tratamiento son mucho mejores que hace años y no serían tan graves las consecuencias.

Fuentes:





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