Un estudio publicado recientemente en la revista online Obesity, sugiere que puede existir una relación directa entre el consumo de azúcares añadidos y el síndrome metabólico, un conjunto de signos que constituyen factores de riesgo para el desarrollo de la Diabetes Mellitus tipo II y la enfermedad cardiovascular.
El estudio valoró el estado de salud metabólica de un grupo de niños con edades comprendidas entre los 9 y 18 años. Todos ellos sufrían obesidad y al menos un trastorno metabólico crónico. Durante diez días, los menores siguieron una dieta pautada por los investigadores, en la cual se substituían los endulzantes añadidos (azúcar, miel, sirope de agave...) por carbohidratos procedentes de cereales. A pesar de este cambio, se mantuvo el aporte calórico de la dieta anterior, y se permitió el consumo de comida basura.
Tras la realización del experimento y la evaluación de los resultados, los científicos identificaron hallazgos impactantes. A pesar del breve periodo de seguimiento de la dieta, la salud metabólica de los niños mejoró: su tensión arterial disminuyó, y también menguaron los triglicéridos, el colesterol LDL, y el nivel de glucosa e insulina en sangre. Además, se incrementó la función hepática y se redujo ligeramente el peso.
Los investigadores concluyen que los resultados confirman la importancia de que los padres controlen las cantidades de dulces que sus hijos ingieren cada día, y afirman que es necesario realizar nuevos estudios para obtener más datos sobre el efecto que tiene el consumo de azúcares sobre el organismo.
Más información en: →http://www.sciencedaily.com/releases/2015/10/151027074759.htm
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