jueves, 19 de noviembre de 2015

Primeros Auxilios en heridas leves.


Los niños se pasan el día jugando, corriendo, saltando... sin cansarse nunca. Debido a esto se caen, chocan y se lastiman, la mayoría de las veces sin apenas inmutarse pero otras sí se hacen daño y es útil tener algunas nociones básicas de primeros auxilios en estos casos.

La mayoría de nosotros cuando pensamos en primeros auxilios se nos viene a la mente una situación grave, en la que alguien sangra mucho o incluso hay que reanimarlo, pero no más lejos de la realidad. Al hablar de primeros auxilios nos referimos a la atención inmediata que se presta a una persona en el lugar donde ocurrió el accidente.

En el caso de los niños los casos principales donde aplicar primeros auxilios son:

  • Contusiones (por golpes o caídas): suelen producir hematomas. Lo más eficaz en estos casos es primero relajar la zona. A continuación aplicar frío con una toalla húmeda por ejemplo, esto puede aliviar el dolor y evitar el sangrado. Y sobre todo mantener la zona lesionada en alto, así disminuye el flujo sanguíneo y evita la inflamación.
  • Sangrado de nariz: es algo muy común en los niños y puede deberse a múltiples causas. Hay que inclinar la cabeza del niño hacia delanteNUNCA decirle que se recline hacia atrás (para que la sangre no vuelva hacia dentro y se la trague). También es útil presionar la nariz o poner paños fríos.
  • Heridas: cuando se trata de heridas y cortes inofensivas lo mejor es: Limpiar la herida, si tiene arena, astillas o piedritas quitarlas con pinzas. Lavar con abundante agua o suero fisiológico. Desinfectar, evitar el alcohol, lo mejor es utilizar clorhexidina o povidona yodada (Betadine). Este último cuando no haya sangre, ya que se inactiva en la presencia de esta. Y por último vendar, aunque si la herida es pequeña se puede dejar al aire.
  • Esguinces: es una lesión muy típica en los niños al correr o hacer deporte. En estos casos la recomendaciones simplemente son: no realizar actividades físicas, aplicar frío para aliviar el dolor, mantener la zona vendada (ya que el vendaje aplica presión) y mantener la zona elevada para evitar la inflamación.



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