La anestesia general es un tratamiento de una mezcla de medicamentos que inducen el sueño profundo (del niño y de adultos) de forma que no se siente dolor durante la intervención, ni se recodará después.
No solo se utiliza para intervenciones quirúrgicas, especialmente en niños también se usa en algunas exploraciones o tratamientos.
Una operación es algo que a todo el mundo inquieta, y más especialmente en niños. Cuando se trata de intervenciones pequeñas la fuente de preocupación suele ser el tener que utilizar anestesia general. Por este motivo es importante informarse bien, hablar con el médico y explicárselo al niño (de manera que se acorde a su edad).
Recomendaciones pre-anestésicas:
- El niño debe tener el estómago vacío. Esto es importante para que no vomite, ya que esto podría dañar sus pulmones.
- A la media noche anterior el niño debe dejar de ingerir alimentos sólidos. Tampoco podrá tomar leche, zumos ni gelatina. Sí podrá beber agua.
- Las tres horas antes, debe dejar de beber líquidos también (hasta después de despertarse).
- Si el niño toma medicación, normalmente hay que suprimirla. Consultar con el pediatra.
- En caso de lactantes, entre 4 y 6 horas antes de la operación se debe dejar de amamantarlo o de darle el biberon.
Antes de la intervención se le realiza al niño una revisión al niño, que incluye análisis de sangre.
La anestesia general puede administrases a través de mascarilla o por vía intravenosa.
Cuando el niño está muy nervioso, antes de anestesiarlo se le puede dar algún medicamento para que se relaje.
Algunos efectos secundarios que se pueden producir son:
- Mareos
- Fatiga
- Dolor de garganta
- Tos
- Nauseas y vómitos
Referencias:
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